Durante muchos años, se creyó que Odessa, una organización que supuestamente ayudó a los criminales de guerra nazis a escapar de la justicia aliada, no era más que una ficción. Sin embargo, en realidad, muchos de los asesinos más brutales de la Segunda Guerra Mundial vivieron hasta llegar a edades avanzadas, una oportunidad que negaron a sus víctimas. ¿Cómo escaparon de la justicia? ¿Es posible que las autoridades aliadas fuesen cómplices de su fuga? Durante este espacio revelaremos cómo se ayudó a conocidos asesinos a esconderse gracias a las llamadas «ratlines» (literalmente «líneas de ratas»), rutas de escape establecidas a través de Europa, que acababan a menudo en la seguridad relativa de Sudamérica, donde muchos de los antiguos nazis utilizaron sus capacidades letales para apoyar regímenes militares.