Un análisis en profundidad de Gary Ridgway, «el asesino de Green River», cuyo nombre se hizo público tras 19 años de investigación. Gary Ridgway confesó haber asesinado a 48 mujeres en el estado de Washington, lo que le permitió ser condenado a cadena perpetua sin posibilidad de libertad condicional en lugar de ser ejecutado, pese a que dos de las víctimas fueron encontradas en Oregón, estado en el que está vigente la pena de muerte. En realidad, su caso no tiene visos de haber terminado. Los más allegados a Gary lo han descrito como un chico afable, pero extraño. Sin embargo, él decidió que su «carrera» sería matar mujeres jóvenes y se ha convertido en la persona que ha reunido el mayor número de condenas por asesinato en la historia de Estados Unidos.