El 16 de agosto de 2005 el vuelo 708 de West Caribbean se dirige a Martinica en medio de una fuerte tormenta. El avión asciende a una altitud de 31.000 pies por un rato. Luego sube a 33.000 pies de altura, pero momentos después, el avión comienza a perder velocidad. El capitán decide descender de nuevo a 33.000 pies, pero inesperadamente el avión entra en pérdida y cae en Venezuela. Todas las 154 personas a bordo murieron.