Psusennes I fue enterrado en un ataúd de plata maciza rodeado de tesoros comparables a los de Tutankamon. La tumba de Psusennes es la única tumba de todas las tumbas de faraones que se han encontrado en la que no habían entrado antes los ladrones de tumbas.
Este descubrimiento podría arrojar luz sobre uno de los períodos más oscuros en la historia de Egipto, pero lo más probable es que nadie haya oído hablar de él. Hoy sus utensilios y tesoros vuelven a ser estudiados y los restos del faraón examinados y todas nuestros suposiciones sobre el pasado pueden quedar desmentidas si nos sumergimos en los misterios del faraón de plata de Egipto.