Y mientras el mundo está pendiente de la crisis económica internacional, científicos e ingenieros trabajan intensamente en lo que podría ser la solución a los problemas energéticos del futuro. La palabra clave es «fusión». Al contrario que la tradicional energía nuclear, la energía de fusión es limpia, no deja residuos, segura y por si fuera poco ilimitada. No es un sueño y científicos de todo el mundo trabajan en este ambicioso proyecto que podría ser realidad dentro de 30 años. El primer reactor experimental se está construyendo en el sur de Francia y en él participan ingenieros y científicos de varios países, entre otros España. Un equipo del programa ha estado allí para contárselo.