‘Los hombres que robaron al mundo’ es una historia de dinero, poder e impunidad. Este documental francés saca a la luz una década después de la crisis cómo los poderosos del mundo ganaron sin escrúpulo miles de millones de dólares con los que empobrecieron a los países, elevaron los índices de desempleo hasta cotas inimaginables y desestabilizaron el orden internacional.
Dinero, poder e impunidad, el cóctel agitado por Wall Street, banqueros y políticos, para servir la crisis más grave desde la ‘Gran Depresión’. La codicia cruzó todas las líneas rojas, el sistema “entregó” a los más débiles y los gigantes de Wall Street salieron indemnes.
“Ganábamos millones al mes. Las cuentas con ventajas fiscales no pagan impuestos. Los resultados declarados de las inversiones eran falsos y por lo tanto, se trata de un fraude”, confiesa Philip Baker, fundador de un exitoso fondo de inversión que se hundió cuando la burbuja inmobiliaria estalló en 2008 y originó la crisis financiera más grave desde la “Gran Depresión”.
Como resultado de estos fraudes, mentiras y manipulaciones financieras se desvanecieron cientos de millones de dólares. Los grandes de Wall Street, banqueros y políticos se olvidaron de la moral y la sustituyeron por la codicia. Todo el mundo pagó caro sus perversas acciones: se adjudicaron beneficios millonarios con los que empobrecieron a los países, llevaron a millares de trabajadores al desempleo, desestabilizaron el orden internacional y salieron indemnes.
‘Los hombres que robaron al mundo’ saca a la luz, diez años después de la crisis, a algunos de los protagonistas e instituciones que cruzaron la línea roja y a los mecanismos puestos en marcha por ese obsceno modus operandi de Wall Street, banca y financieras, que tanta miseria generó. “El verdadero mensaje es: ‘no nos importa cómo lo hagas, no nos importa si es real, si es honrado, simplemente hazlo, porque tú serás rico y yo, también’”, revela uno de los expertos en delitos financieros.
“El sistema es lo que es y hasta que el sistema no cambie, los poderosos seguirán libres”, cuenta Philip Baker, condenado a veinte años de cárcel por fraude electrónico. El sistema “salvó” una vez más a los fuertes y “entregó a los débiles. “Yo sólo soy el pez pequeño y me llevaron ante la justicia”, advierte. “He sido rico, he estado en la cumbre, he estado entre rejas”. “Quiero hablar de lo que vi, porque yo estuve allí y puedo asegurar, que si no hacemos nada, todo puede volver a suceder”, vaticina Baker en ‘Los hombres que robaron al mundo’.
Duración: 54:47