Este capítulo de «Planeta helado» propone un viaje extraordinario a través de las regiones polares de nuestro planeta: el Norte y el Sur, el Ártico y el Antártico, los parajes naturales más grandes y menos conocidas de cuantos existen en la Tierra, mágicos mundos de hielo habitados por las criaturas más extrañas y más fuertes del planeta. Nuestro viaje comienza sobre un Océano Ártico congelado, cerca del Polo Norte.
El sol ha vuelto a asomarse tras seis meses de oscuridad y podemos seguir a un par de osos polares en pleno cortejo que nos muestran un lado sorprendentemente sensible. Nuestra siguiente parada es la gigantesca tierra helada de Groenlandia, donde las cataratas se sumergen en el corazón del hielo y colosales icebergs se deslizan hacia el mar. Las ballenas jorobadas se unen a la mayor concentración de aves marinas sobre la Tierra para un banquete en las fecundas aguas de Alaska. Más lejos, al sur, una zona de arbolado marca el principio de la taiga, donde se concentra un tercio de los árboles del planeta. Aquí, 25 de los mayores lobos de la Tierra se dan un fabuloso festín de bisonte.
En el otro extremo del planeta, en el Antártico, los pingüinos hacen surf para evitar a un hambriento león marino, mientras grupos de orcas provocan olas gigantescas para hacer caer a las focas de los témpanos de hielo que vagan a la deriva. Zambulléndose bajo el hielo, las cámaras de la serie descubren gigantes prehistóricos, como aterradoras arañas de mar y cochinillas del tamaño de un plato. En la superficie espera el monte Erebus, el volcán activo más al sur del planeta. Desde ahí reconstruimos las rutas de los primeros exploradores, Scott y Amundsen, en su lucha por ser los primeros en alcanzar el Polo Sur. Nuestro viaje termina en el formidable casquete de hielo antártico, que contiene el 75% del agua dulce de la Tierra y es la concentración más grande de hielo sobre el planeta.