Nuestro sistema monetario no es capaz de proporcionar un nivel alto de vida para cada uno de nosotros, tampoco esto puede asegurar la protección del medio ambiente porque el motivo principal es el beneficio individual. Nuestra tecnología va por delante mientras que nuestros diseños sociales han permanecido relativamente estáticos. El cambio cultural no ha acompañado al cambio tecnológico. El proyecto Venus podría ser una solución a estos problemas.