Aunque hay datos históricos que remontan el origen de la ciudad a la llegada de los romanos, durante siglos Santander fue una sencilla villa que tuvo un importante crecimiento en el siglo XVIII y, sobre todo en el siglo XX, lo que la convirtió en el principal núcleo urbano de Cantabria.El desarrollo de la ciudad esta muy vinculado al regalo del Palacio de la Magdalena al rey Alfonso XIII, a principios del siglo XX, y a su efecto magnético en la burguesía que deseaba estar cerca de la corte, construyéndose «hotelitos» de familia en el Sardinero, Casino, Hotel Real y toda una infraestructura de servicios que relanzó la ciudad.Hoy sus playas, su bahía excepcional, su universidad de verano Menéndez Pelayo, la internacionalidad de sus festivales de música, hacen de Santander uno de los epicentros de la vida cultural de nuestro país. Además, hay una ciudad menos conocida pero no menos interesante que empieza en la plaza Porticada, pasa por el palacio de Exposiciones y Congresos y el de Deportes, se detiene en el popular mercado de la Esperanza y, al final de la tarde, toma café en la Plaza de Pombo.