Sexo en la frontera: prostitución en la Jonquera

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Un pequeño pueblo en el norte de España, en la frontera con Francia, se ha convertido en pocos años en un centro de la prostitución.

Para disgusto de sus habitantes. Desde que Francia endureciera su legislación contra la prostitución, La Jonquera, en Cataluña, es prácticamente el supermercado del sexo, en la vecina España. Con prostitución callejera y burdeles. «Es un problema para todo el país”, dice Sònia Martínez Juli, la alcaldesa de La Jonquera: «Lo primero que ve la gente al llegar a España es a las prostitutas”. El dueño del, según sus propias palabras, mayor club de alterne de Europa, el «Paradise”, defiende su empresa como es de esperar, mientras un verdadero «hijo de puta”, en sentido literal, el español Dani Farled, ve el negocio con ojos críticos, debido a su propia experiencia. Su madre fue durante años prostituta en La Jonquera, y su padre el proxeneta. Él mismo se dedica a realizar tatuajes en este ambiente y le disgusta la falta de respeto de muchos de los turistas sexuales. Estos últimos, en un 90 por ciento franceses, cuentan sin ambages, por qué vienen aquí, y una prostituta rumana explica por qué, en su opinión, es tan atractivo trabajar en España, un país que, de seguir así, pronto podría convertirse en la Tailandia de Europa. Este es al menos el resultado de un nuevo estudio de la Universidad de Comillas, en Madrid: al menos en lo que respecta a la cifra de trabajadoras del sexo, España ya está a la cabeza de Europa.

https://www.youtube.com/watch?v=8X-68ktECr4

Duración: 28:25



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1 comentario en «Sexo en la frontera: prostitución en la Jonquera»

  1. Al final a esta alcaldesa ha dicho lo único que le importa, el sueldo de funcionaria que le paga por tener ideología secesionista. Y poco le importa la prostitución y ha quedado retratada al final del vídeo como un chiste jejeje. Hacer un documental de un problema aprovechando el tema político , pena me daría como ser humano , pero con esa cara de mala leche que tiene, seguro que el documental está subvencionado por Odium cultural.

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