El imperio soviético comenzó a desmoronarse a finales de los años 70. Con la caída de la Cortina de Hierro, se desintegró definitivamente en 1991.
Una quiebra traumática y humillante ante los ojos del mundo. Para las antiguas repúblicas soviéticas, siguió una década de incertidumbre caracterizada por los conflictos bélicos y la búsqueda de nuevas identidades nacionales. Al final de la década de transición, un “nuevo zar” toma el cetro en Rusia y, desde entonces, intenta devolver al “viejo” imperio su influencia y vitalidad.
Con el inicio de su presidencia en el año 2000, Vladimir Putin envía claras señales al mundo en ese sentido. Superó el caos interno, pero también recortó libertades; su estilo de liderazgo es autoritario e incluso puede llamarse autocrático.
En el ámbito internacional, Moscú pisa otra vez con paso firme con el objetivo de establecerle límites a la influencia occidental. La guerra en Georgia, pero sobre todo el conflicto en el este de Ucrania y la anexión de Crimea, intensifican la polarización entre Oriente y Occidente.
Una nueva Guerra Fría se cierne sobre el planeta. Este documental, dividido en cuatro partes, documenta esas tendencias y desgrana los acontecimientos más importantes que han jalonado la vida de los habitantes de los estados del antiguo bloque del este.
